La misión: follar con la madre del vecino
La educación que nos dan nos enseña que no hay que mirar por la mirilla. Pero nadie nos ha enseñado que si en la puerta de enfrente está una vecina tremendamente preciosa y si además se suma que tienes contacto con ella por su hijo, lo primero que se te pasa por la cabeza es ponerla a cuatro patas y darle caña. Eso mismo ha pasado en estos vídeos, misión cumplida.